Inició la temporada de chiles en nogada y el restaurante Testal se posiciona como una de las mejores opciones para degustar este platillo en la Ciudad de México. Sí o sí, deberás visitar este restaurante.
Ubicado en la calle de Dolores 16 en el Centro Histórico, este lugar te envuelve en un ambiente agradable y relajado. El restaurante se divide en tres salones; uno resguarda cuadros con arte mexicano, otro más tiene murales con llamativos colores, y el tercero tiene un estilo clásico, donde abundan maderas y espejos.
En el último salón que mencionamos fue donde vivimos una explosión de sabores en nuestro paladar. El menú que degustamos se compuso de tres diferentes platillos, todos con un guiso excelso que en cada bocado hacía vibrar nuestros sentidos.
Delicias
El primero fue un Churipo, un caldo de res a base de chambarete, sazonado con chile guajillo, pasilla y ancho, servido con una corunda típica michoacana. Este platillo no se sirvió con carne para evitar la proteína y así llegar al chile en nogada con un buen espacio en el estómago y disfrutarlo al 100.
El caldo fue servido a una excelente temperatura y la porción fue la indicada. Si un día pruebas esta delicia, te recomendamos que antes de llevar la cuchara a la boca, con ésta parte un poco de corunda y mézclalo con el caldo, la combinación es un deleite al paladar, la sinergia entre el líquido y sólido es perfecta, una fusión para deleitar.
El protagonista
El segundo platillo fue la estrella de la degustación. La receta del restaurante Testal es simple, respetar la tradición mexicana de este guiso, los chefs no hacen fusiones ni experimentan con más materia prima; solo rellenan el chile con carne de res y cerdo picada a mano, nueces y frutos y lo bañan con salsa de nuez castilla.
El sabor, se los decimos de la forma más sincera, es exquisito, la nogada tiene un término perfecto, no es aguada ni espesa, está en el punto exacto para que el platillo navegue en la perfección. Cada bocado es una explosión de sabores; cuando está en tu boca, se percibe la variedad de elementos, no se revuelven, por el contrario, te das cuenta del sabor de la carne perfectamente cocida, el de los frutos y el de la nuez, es como si cuando estás digiriendo tu bocado, cada ingrediente se desprendiera en absoluta libertad para darle al comensal la mejor experiencia.
Es muy probable que cierres tus ojos entre bocado y bocado. Es una experiencia inigualable, y lo que le da el toque maestro es el maridaje, un vino Woodbridge, White Zinfandel, el cual hace comunión perfecta con el platillo tradicional mexicano. Es un poco dulce, pero contrasta de forma excelente con el relleno del chile en nogada. Si vas a Testal en verdad prueba esta delicia de bebida.
El fin
Para terminar, el postre, un Uchepo que se compone por un tamal de elote con helado de vainilla acompañado de nata y maíz caramelizado. El final perfecto para vivir una experiencia mágica en este restaurante que cada año comienza su temporada de chiles en nogada de julio a septiembre.
El costo del Chile en nogada es de 390 pesos. No se incluyen los demás platillos.
Melómano por naturaleza y comunicólogo de profesión. Amo el vino tinto, el mezcal y escribir sobre autos, cine, música, gastronomía, tecnología y todo lo relacionado con estilo de vida.
Soñaba con ser rockstar, pero la vida me llevo por otro camino y aquí me tienen, plasmando con letras varias historias.