La colonia Juárez resguarda un lugar de comida contemporánea para deleitar al paladar. Lleva por nombre Sonia y los platillos, la atención y bebidas, son excelentes.
Hace tiempo no visitábamos un lugar donde de principio a fin disfrutáramos tanto nuestra estancia. Sonia es uno de esos recintos que cuando pones un pie dentro, sientes cómo te envuelve una atmósfera cálida, que te incita a probar sus diferentes platillos con gran calma de principio a fin.
Para tener un poco de contexto, este restaurante está ubicado en una casona antigua, por lo que le da un toque nostálgico.
La decoración es moderna con toques elegantes. Sobresale una iluminación tenue, madera en las mesas y sillas, además de colores contrastantes como el azul y el rosa; todo pensado de una forma en que el comensal se sienta lo más a gusto posible.
En Sonia se cuida hasta el más mínimo detalle; desde los tapices los cuales nos recuerdan a la sala de nuestra abuela, libros antiguos y vajillas craqueladas que dan la impresión de estar rotas, así como paneras en forma de barco. Por las noches, destacan las velas al centro de la mesa para una cálida velada.
Este proyecto gastronómico encuentra su inspiración en recetas de las abuelas, con la intención de evocar a nuestras familias y nuestro hogar.
Las delicias de Sonia
El menú contempla desayunos (solo los viernes, sábados y domingos de 9 a 13 hrs), entradas, platos fuertes, postres, vinos, bebidas sin alcohol, destilados y licores.
Por las mañanas, la excelencia viene en una pieza de pan hecha en el propio horno del restaurante. Puedes complementar el desayuno con unas enmoladas, chilaquiles, huevos en diferentes versiones o unos molletes, entre otros platillos.
En las entradas encuentras delicias como la picadita de pulpo, la alcachofa grillada con mantequilla de ajo o el taco de papada.
En sus platos fuertes destacan el pulpo a la Mario, la totoaba de criadero con babaganoush de berenjenas o el churrasquito Emilia.
Para terminar, se incluyen postres como el camote en tacha, la berlinesa de crema de mascarpone o la Pavlova de frutos rojos.
La selección de vinos es cuidada y contiene etiquetas no comunes. Hay monovarietal y ensambles, dulces y astringentes, para cada gusto y exigencia. La tendencia es buscar a productores pequeños, referencias interesantes y diferentes.
Tras los fogones
La cocina de Sonia está a cargo de Edgar Delgado, que se formó en San Sebastián, con paso desde cocina de estrella Michelin hasta bares de tapas.
La experiencia del encargado tras los fogones le da un excelente toque a cada guiso, por eso cuando pruebas cada platillo no lo dejas de degustar hasta el final.
Muchos de los ingredientes utilizados en Sonia Restaurante son de temporada, los platillos cambian dependiendo de la existencia o ausencia de éstos.
El pescado proviene de productores con técnicas responsables, el pan y el helado que se sirven son hechos en casa.
Lo antes mencionado hace de Sonia un excelente recinto a visitar para consentir el paladar, sin embargo, también hay otro aliciente a destacar.
La amabilidad y trato del personal. Los meseros y responsables del lugar son excelentes anfitriones. Te hacen sentir como en casa.
En todo momento están atentos de ti, de lo que necesitas, del sabor y de la calidad de los platillos que se te han servido.
Al centro
Nuestra experiencia en Sonia fue deleitante. De entrada degustamos el Ceviche sierra y unas Croquetas de papa y bacalao con alioli de chile güero tatemado, éste último nos llevó al éxtasis, por lo que en verdad, cuando visiten Sonia es riguroso que lo pidan, se los prometemos, no se arrepentirán.
De platos fuertes llegaron a nuestra mesa las Carnitas de guajolote en mole negro y compota de plátano macho. Lo llevamos a nuestra boca con unas tortillas hechas a mano; un suculento platillo.
También degustamos el Pappardelle con ragú de short rib y queso parmesano. Lo pedimos en término medio y fue un placer a nuestros sentidos. Ultra recomendado.
Para endulzar nuestro paladar degustamos la Tarta de ganache de chocolate oscuro. Un postre equilibrado, perfecto para comerlo de principio a fin sin empalagarte.
Los guisos de Sonia los acompañamos con vino tinto de la casa y con cervezas artesanales que el recinto ofrece en su carta. Si nos preguntan cuál recomendamos, sin pensarlo dos veces, la Buscapleitos Porter.
Precio promedio por comensal: 600 pesos con una bebida.
Melómano por naturaleza y comunicólogo de profesión. Amo el vino tinto, el mezcal y escribir sobre autos, cine, música, gastronomía, tecnología y todo lo relacionado con estilo de vida.
Soñaba con ser rockstar, pero la vida me llevo por otro camino y aquí me tienen, plasmando con letras varias historias.