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La tercera generación de KIA Soul llegó a México hace unos meses, sin embargo tuvimos la oportunidad de manejar la versión GT Line, un modelo de pre-producción el cual aún no aterriza en suelo azteca. Esperemos que la firma coreana tenga entre sus planes traer este Soul, pues es una maravilla.
Está cubierto por varios antifaces, no se le ven ni las manijas, si no es por su singular silueta pensaríamos que se trata de un vehículo de combate o que una nueva firma automotriz llegó a nuestro país. Nos vimos en la necesidad de mantenerlo oculto porque cuando tuvimos la fortuna de manejarlo, no se había hecho la presentación oficial del Soul, por tal motivo, decidimos llevarlo a una carretera lejos de la gente y del bullicio de la ciudad.
El inicio
Apenas salimos del estacionamiento y las miradas comenzaron a enfocarse en nosotros; los ojos de la gente en la calle se abren grandes, como enormes platos; algunas personas bajan la cabeza para darle forma y saber de qué auto se trata, pero no les damos oportunidad pues aceleramos para que se queden con la duda.
Conforme avanzamos la gente estampa su atención en el nuevo KIA Soul, aunque ellos no saben que se trata de este auto, algunos quieren fotografiarlo, pero no les damos oportunidad, nos pasamos al siguiente carril para no permitírselos, debemos cubrirlo ya que nadie se debe enterar que somos de los afortunados en tener en nuestras manos la nueva generación de este mini SUV.
Han pasado unos minutos y por fin salimos a una autopista, atrás quedó la congestionada Ciudad de México, vamos devorando kilómetros y los autos van desapareciendo en nuestro retrovisor. Después de unos segundos ya no hay vehículos a nuestro alrededor y eso nos esboza una gran sonrisa en nuestro rostro porque nadie debe verlo.
Nueva cara
Para esta tercera generación más que un cambio radical en sus líneas tuvo una delicada reestructura para mantener su esencia, creció 9 mm a lo largo, pero en cuanto a distancia entre ejes, ancho y altura se mantiene igual que su antecesor. En las fotos puedes percibir las principales modificaciones, el frente sin duda es totalmente nuevo, sus trazos lo hacen ver más imponente y ancho, los grupos ópticos ahora son de una sola pieza y más delgados, como de una mirada frunciendo el ceño, las luces frontales no son más ovaladas, ahora son rectangulares y, por último, Soul añade la famosa parrilla nariz de tigre, típica de la marca surcoreana, y que a comparación de otros miembros de la familia, ésta se ubica en la parte de la fascia.
Atrás es donde también vemos cambios radicales; los reflectores dejaron de ser redondos, los de esta generación tienen un diseño lineal y las calaveras ya no son verticales, ahora son tipo boomerang, por lo que el medallón tiene una forma ovalada.
En la parte baja incorpora dos faros de niebla y doble escape. En lo que se refiere a los rines, estos cambiarán en todos los modelos, es decir, desde la versión de entrada se tendrán nuevos diseños.
Sensaciones
Ya con el Soul descubierto en su totalidad y después de mirarlo detenidamente para ser testigos de todos los cambios, nos dispusimos a manejarlo; la carretera tenía rectas y varias curvas enlazadas por lo que experimentaríamos algunos cambios de ritmo, no podíamos tener mejor sinodal para esta tercera generación, y conducimos la versión GT Line, la cual porta un motor 1.6 litros turbo que desarrolla 202 bhp, pero ¡hagamos un alto!, la unidad que tuvimos es una de pre-producción, los representantes de KIA en México nos aclararon que todavía se harán modificaciones en algunos aspectos a este vehículo, serán mínimos, pero los tendrá, sobre todo en cuanto a equipamiento, tópico del cual les hablaremos más adelante, pero en lo que se refiere a motorización, se mantendrá el 2.0 litros y el 1.6, mientras que se está evaluando si continúa el 1.6 turbo.
La versión que manejé por la carretera libre del Ajusco rumbo a Toluca se sintió muy bien, la dirección y la rapidez al momento de pisar el acelerador ganó con respecto a la generación anterior (que de hecho es uno de los puntos que no terminaba por convencer a muchos).
La puesta a punto de la suspensión es digna de aplaudir; encontramos varios desperfectos en el asfalto, algunos no podemos esquivarlos, sin embargo, el nuevo Soul los absorbió con suavidad; nos dimos cuenta que todo el chasis está en un punto exacto porque ni la espalda ni los riñones resintieron los golpes.
Recorrido
Llevo un rato atacando curvas como si me estuviera preparando para un rally, lo hago a gran velocidad porque deseo saber cómo se comporta esta tercera generación, si en algún momento titubea o se pone nerviosa, pero no es así, responde con exactitud y me deja con la boca abierta. Incluso en los rebases y de subida adelanta con elegancia y aplomo.
Pero no son los únicos alicientes a reconocer en cuanto al manejo del nuevo Soul, el eje trasero también hace de forma correcta su trabajo, se siente firme cada que atacas un ángulo y al salir de éste no lo sacas de sus casillas, ¡qué va!, por el contrario, se planta bien al piso y eso que estamos hablando de un tracción delantera, imaginen ahora si KIA lo dotara de fuerza en las cuatro ruedas.
Con lo bien que se mueve sería una pena que la firma coreana no decida traer este 1.6 turbo, ojalá si esté en sus planes porque aunque sea un vehículo de nicho y destinado a un público en su mayoría joven y familiar, la forma de manejar este pre-producción te deja con las ganas de más y más. Eso sí, no esperes una respuesta de alarido con un rugido fuerte por parte de su fuente de poder porque no es un deportivo.
Cambios
En la parte motriz no habrá cambio, donde sí, será en la transmisión. Se mantendrá la caja manual y automática para la versión 1.6l, el cambio será en la de 2.0 litros, en lugar de contar con una automática se le acoplará una IVT, la que incorpora ya el nuevo Forte, una estrategia para economizar el rendimiento de combustible.
Mi entusiasmo por contarles lo bien que se siente el manejo, provocó que dejará hasta el final la parte del interior, y no es que no me haya gustado, por el contrario, tiene detalles distinción. Habrá algunos accesorios que probablemente no vengan en la edición final como son: ajuste de asientos eléctricos, volante y asientos calefactables y otras asistencias que esta unidad de pre-producción nos ofreció, sin embargo, la firma está evaluando lo que el segmento demanda para ofrecer un producto competitivo.
Por dentro llama la atención el detalle tipo escamas a la altura de la manija que se iluminan de la misma forma como lo hacen los costados y el piso, otorgándole una sensación agradable a la vista y más cuando se maneja de noche.
El interior
KIA sigue huyendo de reducir todo a pantallas para desplegar y manipular los diferentes sistemas. Mantuvo botones grandes para manipular el volumen, el aire acondicionado, los diferentes modos de manejo, pero si todo esto te parece soso o cero funcional, también desde el volante manejas el sistema de infoentretenimiento sin despegar la vista de tu camino. Conserva cámara de reversa, compatibilidad con Apple CarPlay, Android Auto, un buen sonido y pantalla táctil.
La posición de manejo es ideal y gracias al campo de visión que tienes debido a su gran espejo frontal y lateral, controlas correctamente los espacios por donde conduces. Los asientos son cómodos, sujeta a la perfección la espalda y son bastante dóciles al tacto por lo que no te sentirás incómodo después recorrer trayectos largos. En las plazas traseras… aplauso para KIA, mantuvo gran espacio entre los asientos delanteros y traseros; impera la ergonomía, y si deseas acomodarte más placenteramente tus piernas no chocarán o invadirán las del pasajero de alado. El único problema que persiste es la cajuela, sí, sigue siendo pequeña con muy poco espacio, solo cabrá una maleta grande o dos pequeñas y párale de contar.
CONCLUSIÓN
Este modelo de pre-producción nos gustó en cuanto a manejo se refiere. Mantiene su diseño cúbico en el exterior aunque ahora incorpora algunos rasgos distintos que le dan una imagen diferente. El diseño es arriesgado pero fiel a su ADN. Es usted gratamente bienvenido a suelo azteca Soul 2020.
Melómano por naturaleza y comunicólogo de profesión. Amo el vino tinto, el mezcal y escribir sobre autos, cine, música, gastronomía, tecnología y todo lo relacionado con estilo de vida.
Soñaba con ser rockstar, pero la vida me llevo por otro camino y aquí me tienen, plasmando con letras varias historias.
