Si estás en busca de una experiencia culinaria que te transporte a los aromas y sabores tradicionales del norte de la India, el restaurante Tandoor es una parada obligada. Ubicado en una de las zonas más vibrantes de la ciudad, este establecimiento ofrece mucho más que una comida: ofrece un viaje sensorial a través de una cocina rica en especias, texturas y tradición.
Desde que uno cruza la puerta de Tandoor, el ambiente comienza a preparar el paladar. La decoración combina elementos tradicionales indios —como lámparas talladas a mano, tapices coloridos y música instrumental suave— con un diseño moderno y acogedor que invita a quedarse. La atención del personal es otro de los puntos a destacar: cálida, profesional y siempre dispuesta a orientar a quienes no están familiarizados con la gastronomía india.
Tandoor
El menú de Tandoor es amplio y cuidadosamente curado. Uno de los grandes protagonistas, como su nombre lo indica, es el horno tandoor, de donde salen platillos como el tradicional pollo tikka, marinado en yogur y especias, jugoso y con un sutil toque ahumado. Otro imperdible es el paneer tikka, una excelente opción vegetariana que sorprende por su textura firme y su sabor especiado.
Para quienes disfrutan de los currys, el butter chicken es una apuesta segura: suave, cremoso y perfectamente equilibrado en sabor. Si se busca algo con un poco más de picante, el lamb vindaloo ofrece una explosión de sabores intensos, ideal para los paladares más aventureros. Todos los platos pueden acompañarse con arroz basmati aromático o con alguna de las variedades de pan naan —el de ajo y cilantro es especialmente recomendable.
Además, Tandoor cuenta con opciones para veganos, celíacos y personas con distintas restricciones alimenticias, lo que lo convierte en una opción inclusiva y versátil para todo tipo de público. La carta de bebidas incluye lassis (una bebida tradicional a base de yogur), cocteles de autor y una interesante selección de vinos y cervezas.

Delicia
Un punto que no se puede pasar por alto es su carta de postres, donde el gulab jamun —bolitas dulces de leche fritas bañadas en almíbar— se convierte en el final perfecto para una cena inolvidable. También destaca el kulfi, un helado artesanal de pistache o mango que cierra con frescura una velada cargada de especias.
Tandoor también ofrece servicio para eventos especiales y pedidos para llevar, manteniendo siempre la calidad de sus platillos y el esmero en su presentación. Esto lo convierte en una opción ideal no solo para quienes desean vivir la experiencia en el lugar, sino también para quienes quieren disfrutar de la cocina india en casa u oficina.
En resumen, Tandoor es más que un restaurante: es una invitación a explorar una cultura milenaria a través del paladar. Una recomendación segura para quienes desean salir de la rutina y dejarse sorprender por sabores que, aunque lejanos en geografía, se sienten cercanos por su calidez y generosidad.

Melómano por naturaleza y comunicólogo de profesión. Amo el vino tinto, el mezcal y escribir sobre autos, cine, música, gastronomía, tecnología y todo lo relacionado con estilo de vida.
Soñaba con ser rockstar, pero la vida me llevo por otro camino y aquí me tienen, plasmando con letras varias historias.

